martes, 13 de septiembre de 2016

¡Los obispos odian!


El sábado anterior se llevaron a cabo en la mayoría de las ciudades capitales de las entidades federativas marchas y manifestaciones en las que miles de personas reclamaron “defender a la familia”. No pretendo —en modo alguno— desconocer el derecho constitucional de todas estas personas a manifestarse, pero también es necesario decir que la realización de estas marchas no fue por “generación espontánea”, sino que fue el resultado de la participación frenética, en algunos casos, de diversas agrupaciones religiosas y, de manera destacada, de la jerarquía de la Iglesia católica.

Estas manifestaciones hacen evidente que hay una actitud de hipocresía en el Vaticano y en los obispos mexicanos, que en los últimos años han reiterado “su arrepentimiento” por los daños que causaron —durante siglos— a las personas con preferencias sexuales diferentes a las de los heterosexuales. Francisco llama a la constricción pero, al mismo tiempo, permite que en México sus obispos alienten el odio, la violencia, la homofobia y la discriminación en contra de las personas que son LGBTTTI.

Esta actitud entre algunos jerarcas católicos (y de otras iglesias) no es nueva,  pues a lo largo de su existencia hemos podido reconocer infinidad de eventos de violencia, de agresión y de odio en contra de todas aquellas personas que no se sujetan a sus dogmas o que no se ajustan a sus diversos intereses, muchos de los cuales no tienen nada que ver con la salvación de las almas.

¡Vender indulgencias o condicionar indulgencias! Ésta ha sido una práctica común de la Iglesia católica durante siglos. Ahora, en México, en pleno siglo XXI, los obispos católicos pretenden imponernos, a toda la sociedad, su modelo de vida y su modelo de matrimonio. Quien se salga de ese modelo integrista, dicen, está contra la naturaleza y, desde luego, contra las leyes de dios. Para la iglesia no puede haber otro modelo de familia que no sea el que se desprende de sus dogmas: “Y Dios hizo caer sueño sobre Adán,[…] y  entonces tomó una de sus costillas e hizo una mujer. Y dijo Adán: Esto es ahora hueso de mis huesos, y carne de mi carne”. U otro dogma: “He aquí que el Ángel del Señor se le apareció en sueños, diciendo: José, hijo de David, no temas recibir a María tu mujer, porque lo que en ella ha nacido, de Espíritu Santo es”.

No abordaré por ahora lo irracional de muchos de los dogmas de ésta o de otras religiones. Por el contrario: diré que quien los adopte está en su derecho y el Estado se encuentra obligado a defenderlo y preservarlo. Pero sí hay que oponerse a todo intento de imponer tales creencias y tales dogmas religiosos como el sustento y el contenido de nuestras leyes y de nuestra Constitución. No podemos admitirlo porque la sociedad mexicana es plural, diversa, multicultural, pluriétnica y las leyes del Estado mexicano deben proteger a quienes profesan cualquier tipo de religión, como también deben proteger a quienes no profesan ninguna.

Éste es el elemento sustantivo que debiera cubrir el debate sobre las familias y el matrimonio y que ahora es motivo de manifestaciones y de debates.

La Iglesia católica, como si no hubiese vivido nuestro país la Revolución de la Reforma, continúa insistiendo en que la familia no puede ser otra que aquella que se desprende de su dogma  y que el matrimonio, por lo tanto,  debiera ser un acto que se conciba sólo desde su  liturgia. Por ello es que las manifestaciones a las que hacemos referencia defienden no a la familia, sino al concepto que de ésta tiene la Iglesia católica.

Igual sucedió en el siglo XIX cuando levantaron ejércitos para oponerlos a las leyes civiles y, con ello, provocaron una guerra civil; igual en el siglo XX, que en el nombre de cristo rey  iniciaran otra guerra para oponerse a la Constitución de 1917.

¿Qué están haciendo a principios del siglo XXI?  Dicen que piden perdón por los hechos de intolerancia y horror que propiciaron, pero en los hechos se siguen oponiendo a la ciencia y a la razón. También se oponen a la educación laica y científica (se alarman algunos obispos y gritan histéricos otros conservadores, porque en los libros de texto se hace referencia a… la sexualidad humana y porque aparecen explícitos los órganos genitales).  Se resisten a la diversidad del pensamiento y, como lo hacían miles de años antes, odian, condenan, excluyen, persiguen, discriminan a los homosexuales, a las lesbianas y a toda persona que se aleja de sus estrechos, obtusos conceptos sobre la sexualidad.

¿Y qué pasa con el Estado laico? ¡Nada! Porque en el gobierno, en el PRI, en el PAN, en Morena hay influyentes funcionarios públicos y dirigentes políticos que hacen prevalecer sus propias creencias religiosas por sobre sus deberes y obligaciones constitucionales.

martes, 6 de septiembre de 2016

Clero, igualdad e izquierda


No reconocer la importancia de la libertad derrumbó a una buena parte de gobiernos de izquierda a nivel mundial. En estos gobiernos de izquierda, lo importante era la igualdad antes que la libertad. Igualdad de condiciones económicas y oportunidades para la salud o la educación; sin embargo, la libertad de los ciudadanos para pensar o tener otras preferencias sexuales eran soslayadas y hasta combatidas por las autoridades.

Con esto no desprecio la necesidad de la igualdad social, pero esta tiene que ir obligadamente acompañada de una libertad jurídica para todas y todos. Un régimen que omite las libertades tiende a caer en el autoritarismo, ése es el riesgo.

En México, un claro caso de anteponer la igualdad antes que la libertad lo encabeza el presidente de Morena, Andrés Manuel López Obrador, quien está convencido de que lo importante para México es la igualdad y el combate a la corrupción, y omite la libertad de los ciudadanos.

Sólo basta con hacer un análisis de su desempeño durante la Jefatura de Gobierno que encabezó en el otrora Distrito Federal (2000-2005) para ver que temas como matrimonios entre personas del mismo sexo, despenalizar la interrupción del embarazo, eutanasia… fueron omitidos de su agenda de prioridades.

Ahora, esta lucha por limitar la libertad jurídica se hace presente por medio de grupos ultraconservadores de varias iglesias, pero en especial de la católica, que se oponen a que cada mexicano decida sobre temas de sexualidad y los derechos jurídicos que ello implica.

Para ellos, estos grupos de la Iglesia católica, la libertad de elegir en el tema de la sexualidad, va contra su dogma y el control de la libertad que tienen sobre sus seguidores.

Esto, lejos de ser un tema filosófico, es uno de la vida diaria donde el dogma limita la libertad de las personas y les ordena qué hacer y decir.

Volviendo al tema de la dupla igualdad-libertad, la izquierda mexicana ha caído en una trampa de los grupos conservadores de las iglesias y de algunos partidos políticos: los temas que éstos posicionan en la agenda nacional tienen que ver con igualdad o corrupción e “ignoran” el tema de la libertad. Hablan de pobreza y corrupción con vehemencia y, por su parte, la izquierda cae en el juego y replica con más escándalo el tema de la igualdad.

Uno de los sectores de la izquierda que cayó en esta agenda es el PRD, quien no ha podido combatir este intento de los ultraconservadores por controlar la libertad de millones. Sólo hay, por parte del partido, deshilvanadas acciones que quedan muy cortas ante la movilización que está convocando el Frente Nacional por la Familia (FNF), el próximo 10 de septiembre a nivel nacional, para “defender el matrimonio entre un hombre y una mujer, ante la intención del presidente Enrique Peña Nieto de legalizar las uniones homosexuales en la Constitución y el Código Civil”, dicen, frenéticos, a los medios de comunicación.

Es momento de que la izquierda mexicana se despabile y tome —como es parte de sus postulados— el tema de la libertad como fundamental en su agenda y, con ello, millones de mexicanos que forman parte de la comunidad LGBTTTI dejen de ser objeto de discriminación y acoso.

Twitter: @jesusortegam

martes, 30 de agosto de 2016

Pero qué necesidad


1.- Pero qué necesidad, de que en pleno siglo XXI, sectores jerárquicos de la Iglesia católica estén propiciando un enfrentamiento con el Estado. Esto sucede debido a que algunos obispos de esta asociación religiosa están organizando manifestaciones públicas para hacer evidente su rechazo a los matrimonios realizados entre personas de un mismo sexo.

   Pero qué necesidad, para qué tanto problema,no hay como la libertad de ser, de estar, de ir, de amar, de hacer, de hablar, de andar así sin penas.
                                       Juan Gabriel.

Para la Iglesia católica, los matrimonios igualitarios son antinaturales, contrarios a la moral y contribuyen a la degradación de nuestra sociedad. En realidad lo que están haciendo es oponerse a la vigencia de la Constitución que prohíbe toda forma de discriminación, incluida la que es motivada por razones de preferencia sexual. Con este comportamiento están alentando la homofobia y el odio hacia las personas.

2.- Pero qué necesidad, que algunos de los principales dirigentes del PRI a nivel nacional, y otros en varias entidades federativas, se hayan manifestado en contra de la iniciativa del Presidente de la República para establecer en una Ley Federal el derecho de las personas, independientemente de su género y preferencia sexual, a unirse en matrimonio y formar una familia. Estos influyentes personajes, desde luego, evidencian su atraso político y su terrible conservadurismo. Pero más grave aún es el hecho de que con este comportamiento contribuyan a debilitar la condición laica del Estado mexicano. 

3.- Pero qué necesidad, de que los dirigentes de la CNTE continúen utilizando formas de lucha que afectan los derechos de otras personas. Nadie puede impedir que ejerzan su garantía constitucional a exponer sus opiniones y a manifestarse para que las autoridades escuchen sus demandas y sus exigencias al margen, incluso, de que sean o no justas. Lo que no debieran hacer es afectar el derecho, igualmente constitucional, de millones de niñas y niños a recibir educación de calidad. Un interés particular, así sea el de un gremio, no puede sobreponerse al interés general y por ello superior de garantizar educación de calidad para las niñas y los niños.

4.- Pero qué necesidad, que el INE continúe ignorando la grave falta a la ley en la que han incurrido los dirigentes del Partido Socialdemócrata de Morelos y el señor Cuauhtémoc Blanco al firmar un contrato privado que implicaba —¡qué barbaridad!— al gobierno municipal de Cuernavaca y, en consecuencia, a la vida de los habitantes de ese importante municipio. ¿No sabe el Congreso del estado o el gobernador de la entidad que los derechos constitucionales de los habitantes de Cuernavaca, como el de su seguridad, no pueden estar sujetos al cumplimiento de un contrato privado que establece, por ejemplo,  que el presidente municipal sólo estaba obligado a trabajar por cuatro horas al día y que él, Cuauhtémoc, cobraría por audiencias a la gente? ¿No saben el INE y la Fepade que la venta de candidaturas o el tráfico de influencias políticas son delitos que debieran ser perseguidos de oficio? ¿No fue esto lo que pasó en otras entidades donde candidaturas independientes u otras impulsadas por partidos fueron objeto de negocios privados?

5. Pero qué necesidad, que el gobierno de Peña Nieto insista en aumentar los precios de la electricidad y de las gasolinas como instrumento de su política fiscal. Eso es un grave error de gestión económica, pero sobre todo es un enorme error político que está contribuyendo a debilitar más y más la influencia del Estado en el rumbo económico del país. El gobierno ha variado su política impositiva y, de nueva cuenta —como le sucedió a los gobiernos anteriores—, se olvida del ISR como el pivote estratégico de una política fiscal equitativa y vuelve a la ortodoxia neoliberal de cobrarle más a quien menos tiene. Que paguen los consumidores y no los grandes detentadores de la riqueza, dice el gobierno.

6.- Pero qué necesidad, para que se pongan obstáculos desde dirigentes del PRD y PAN para la realización de una amplia alianza electoral en el Estado de México. Esos comportamientos, supuestamente de principios políticos, sólo ocultan la conveniencia particular de beneficiar al PRI.

Twitter: @jesusortegam